El consumo de marihuana es una actividad sumamente satanizada en el perú, aunque sin motivos muy claros que la respalden
En el Perú no existe un marco legal que prohíba el consumo de la marihuana en ninguna de sus presentaciones. Esto significa que el uso recreativo del cannabis es tan legal como el uso medicinal. No obstante, existen una serie de problemas alrededor de su regulación; sobre todo con respecto a la adquisición del producto.
Pesé a que la sustancia sea legal; esta no puede ser vendida. Esta actividad está directamente relacionada a la microcomercialización de narcóticos, el cual es el tercer delito con mayor incidencia en el país. El código penal estipula que se puede poseer hasta 8 gramos de cannabis y que se puede consumir en cualquier espacio, sin embargo un monto mayor es suficiente para establecer una condena.
Cultivarla es una opción de igual manera peligrosa, dado que basta que la policía tenga una presunción de que la planta se cultiva con fines de comercialización para que se pueda sancionar al individuo. Además de que la adquisición de la planta o de las semillas también es ilegal en el Perú.
Esto significa que el uso recreativo del cannabis, pesé a su legalización, está sumamente regulado. Las bases legales de lo que se puede considerar microcomercialización son ambiguas y en múltiples ocasiones los individuos pueden ser condenados por poseer dosis de consumo personal.
Cannabis de uso medicinal
En sus versiones medicinales no ocurre lo mismo. El consumo medicinal de Marihuana tiene un marco legal más actualizado, en comparación a la de uso recreativo. En el 2017, se publicó la ley n° 30681, después de que la policía incautó a un laboratorio varios kilos de cannabis que tenían fines medicinales. Esta incautación perjudicó a pacientes del laboratorio y sus protestas lograron fomentar la legislación.
En 2019, y tras 2 años de desarrollo, se publicó el reglamento oficial. Este permitía el uso de cannabis para el tratamiento de distintas enfermedades, siempre y cuando el paciente y el laboratorio donde obtuviese el producto estuviera autorizado y regulado por el ministerio de salud. Además, permitía las investigaciones de las cualidades y propiedades medicinales de esta planta.
En términos científicos, la marihuana posee dos compuestos activos los cuales son el delta-9 tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). El THC es el compuesto por el cual el cannabis es más conocido, y es el principal componente psicoactivo de la sustancia. El cannabis medicinal se obtiene de una variante de la hoja de cáñamo, la cual contiene un nivel muy bajo de THC y cuyo propósito principal es aliviar síntomas o dolores.
Algunas de las enfermedades para las cuales el cannabis sativa es un tratamiento recomendado son: el alzheimer o enfermedades neurodegenerativas, el VIH, la enfermedad de Crohn, la Esclerosis lateral amiotrófica, los glaucomas, la esclerosis múltiples, los espasmos musculares, las convulsiones epilépticas y además suele ser un aliviante para la mayoría de dolores intensos o crónicos.
La marihuana y otras drogas
Pero la marihuana no solo es una droga popular debido a sus propiedades medicinales. Existen diversos estudios que respaldan que el consumo de cannabis es menos peligroso que el de cualquier otra droga ilegal; e incluso que el consumo de Alcohol o de Cigarros.
El principal argumento recae en que la “hierba” no tiene efectos tan devastadores sobre la salud de sus usuarios como otras drogas. A largo plazo, la marihuana puede causar dificultades cognitivas, además de arritmia y problemas pulmonares. Las dos últimas están más relacionadas a su consumo mediante inhalables o al fumar. Probablemente su mayor consecuencia es el desarrollo de dependencia y de ansiedad en sus usuarios.
No obstante, a diferencia de otras drogas, esta no suele devenir en el desarrollo de enfermedades letales como lo puede ser el cáncer. Además, no existen registros claros que evidencien muertes por sobredosis de marihuana, a diferencia de como suele pasar con otras drogas como la cocaína, los opioides e incluso el alcohol.
Sin embargo, pese a que resulta a simple vista menos dañino que otras drogas, el cannabis es un componente muy relacionado al desarrollo de trastornos psicóticos, sobre todo en personas con predisposición para estos. Por lo que su consumo debe ser moderado y regulado.
En el Perú, la legislación al respecto de la marihuana parece ambigua, y hasta cierto punto anticuada. Mientras que diversos países en el mundo, tal y como Estados Unidos, Holanda o Uruguay, están legalizando el consumo de esta droga; en el país sigue siendo satanizada, e incluso criminalizada. Esto es debido a que el consumo de la droga es perfectamente legal en todas sus presentaciones.
El principal problema radica, no solo en el desconocimiento del código penal; sino en la percepción que se tiene sobre sus consumidores. Existen pocos precedentes de comportamientos agresivos por consumo de marihuana y su consumo puede ser favorable para la salud en dosis moderadas. Con esto en cuenta es evidente que la percepción del “marihuano” o “stoner” peligroso dista de la realidad. Si el Perú quiere evitar que el comercio de marihuana y su consumo se vuelva un problema; es importante que se desarrolle un reglamento regulativo y no prohibitivo.